🔸 Pan para los Sentidos 🔸
- Carlos Cañaverales
- 21 jun 2022
- 2 Min. de lectura
Irónicamente he tenido la suerte de pasar muchos años sin conocer esta bellísima capilla ubicada a las puertas del hospital de Pamplona.

Es espectacular su exquisita arquitectura, proporciones, formas, configuración de arcos, columnas de piedras talladas a mano y rosetas de vidrios coloridos como entradas de luz.
Lo que sin duda hace mucho más bella y especial a esta capilla es el tremendo contraste de su hermosura pétrea con los horrendos edificios circundantes del propio hospital y alrededores, que entremezclan partes de antiguos edificios medianamente bellos, con afiladas y desproporcionadas formas grises a base de cristal, acero y cemento, que desprenden el típico aroma a prisa existencial de la arquitectura moderna actual..
Sigo viendo como también los hospitales ignoran el poder sanador de la belleza, la estética, los colores, los olores, los alimentos, las formas, las proporciones...
Desde el mórbido interior del hospital, junto a la ventana de la habitación, podía ver esta preciosidad de capilla al otro lado de la calle llena de ambulancias, junto a unos también bellísimos cedros que se alzaban sobre hierva segada, comprobando como con solo mirarla sentía liberarse la tensión insana que me crean siempre los hospitales...
No me cabe duda la importancia de la belleza para nuestros ojos humanos, a menudo escasa y a veces, aunque este presente, la gente vamos mirando al reloj o a una pantalla portátil o simplemente estamos con la mente en nuestros líos alienantes...
Algo que me sorprendió mucho del hospital fue una sala de espera montada en un patio interior del edificio a cielo abierto, colmado de cristales, ángulos rectos y colores grises, pero que estaba lleno de flores de geranios y otras plantas que crecían con buen color y que con su presencia colorida transformaban por completo la sensación grisácea y esterilizada predominante del lugar..
En mi visita al hospital tuve muchas ideas y visiones, una de ellas fue la de imaginar una sociedad construida sobre los cimientos de la belleza, la cual penetra en nuestra alma atravesando los ojos u otros sentidos y que sin duda es uno de los alimentos más nutritivos para los seres sensibles que somos ayudando de manera secreta a mantener la salud.
Los árboles y jardines que tiene Pamplona, junto con edificios de otras épocas que irradian un buen gusto arquitectónico, en general ya extinguido extinguido, hacen de esta ciudad sea mucho más amable que otras en las que predomina totalmente el negro del asfalto, el gris del acero y hormigón.
Ojalá que todo el mundo construya casas bellas y ponga flores en su balcón para que la belleza sea una constante en nuestras vidas allá donde vayamos... Así nadie tendrá que esperar a las vacaciones de verano para irse a un pequeño pueblito medieval de montaña con ventanas llenas de flores o oa una lejana reserva natural para recibir la necesaria dosis de belleza que todos buscamos y elegimos en cuanto podemos..
Pon flores en tu balcón y estarás sembrando un mundo mejor.
Salud, Belleza, PuraVida y MundoAlternaVivo
Comments